Listado de flores blancas

Las flores blancas son ideales para regalar y adornar espacios amables de la casa y el jardín, porque representan la pureza y son muy requeridas por las mujeres en los ramos de boda y en el peinado de las niñas en la primera comunión o el bautismo.

Las flores blancas sirven para llenar de alegría el interior del hogar, pues al tiempo que aportan luz a los espacios más apagados de la casa, dan un toque de sublime frescura a todos los rincones.

Se las define como las flores de la paz y la comprensión, porque representan la belleza natural que incluso puede tranquilizar a una persona con exceso de estrés.

Son las flores que muestran la pureza de nuestros sentimientos, por lo que el regalo de un ramo de rosas blancas a la persona que amamos es una de las más claras demostraciones de ese amor que podemos brindar.

Por eso, son usuales en las bodas, en los aniversarios de la pareja, en compromisos sentimentales, en cumpleaños familiares, especialmente de los hijos, y, en fin, en todo acto que lleve implícito un sentimiento de amor o de amistad.

Flores blancas hay muchas, desde rosas románticas y sensuales, hasta orquídeas de impresionante belleza, pero cualquiera de ellas simboliza la pureza de nuestros sentimientos y nuestro deseo de una relación armoniosa y estable.

Las rosas blancas también son una magnífica opción de regalo para alguien que se encuentre enfermo, porque demuestran nuestro deseo de pronta recuperación y de que estaremos pendientes de su proceso evolutivo.

Igualmente se usan mucho en funerales porque representan una muestra de profundo respeto a la persona fallecida, pues las flores blancas son un sinónimo de expresiva inocencia.

En este sentido, presentamos un listado de flores blancas y el significado de cada una de ellas.

  1. Orquídea

La orquídea es una de las flores más apetecidas en los ornamentos por su belleza singular, en sus diferentes colores, especialmente el violeta. Pero la orquídea blanca representa la pureza inmaculada de la inocencia, el respeto, la sencillez y la amistad. Es la flor nacional de Venezuela.

  1. Rosa

La rosa blanca es, quizás, la flor más popular en el mundo, en sus diferentes colores, pero la rosa blanca representa el amor puro y perpetuo, motivo por el cual se usa mucho en las bodas donde las novias llevan sus ramos, orgullosas, poniendo el detalle ideal para la ocasión, porque representan el deseo de una relación duradera. También sirven en ocasión del nacimiento de un bebé y en los funerales, nacimiento y muerte en una sola flor.

  1. Margarita

Una flor ideal para regalar en cualquier momento, especialmente en aniversarios de pareja, la margarita blanca es símbolo de inocencia y de pureza, pero también representa la alegría del amor de pareja en unión estable.

  1. Gardenia

También conocida como jazmín del cabo, la gardenia es una de las flores más aromáticas que existen; es una flor ideal en casos de amor furtivo, porque representa el secreto de enamorados, por lo que es ideal para regalar entre los amantes de novelas clásicas, ese amor incomprendido que nunca se rendirá ante las circunstancias por muy adversas que sean.

  1. Clavel

Contrario a lo que representa la gardenia, el clavel blanco es la flor del amor declarado, público y admirado, de lealtad, felicidad y buena suerte, compromiso de pareja y fidelidad matrimonial. Así que cuando lleguemos a una casa adornada de claveles blancos, en principio, debemos entender que estamos ante un matrimonio bien avenido. Es muy atractiva y favorita de las floristerías porque florece todo el año y se mantiene en flor mucho tiempo.

  1. Cala

Es una flor blanca de muy buena vibra porque simboliza la pureza y la honestidad. Podemos regalar un ramo de calas como demostración de simpatía hacia una persona de nuestros afectos o como declaración de amor a la mujer de nuestros sueños.

  1. Crisantemo

Es una de las flores más utilizada en los funerales, pues transmiten paz y calma. Sirven para reconfortar a los deudos de la persona fallecida. Así que no se le ocurra regalar un ramo de crisantemos a una persona a quien usted quiera agasajar o demostrarle amor.

  1. Pensamiento

Como su nombre lo indica, el pensamiento blanco es una flor que simboliza el candor, una flor de aniversarios, de “estoy pensando en ti”, de “siempre te recuerdo” y de “nunca te olvidaré”, ideal para aniversarios de pareja.

  1. Lirio del valle

El lirio del valle es de innegable belleza, sus pequeñas flores parecen campanitas y está asociada a la felicidad, buena suerte y prosperidad. Unos ramos de lirios blancos representan nuestro deseo de buenos augurios para las personas a quienes se los regalamos, como es común en Francia, por lo que son ideales en los momentos de boda y nacimiento de bebés.

  1. Jazmín

La característica del jazmín es su fragancia que impregna de un dulce aroma los ambientes. El jazmín blanco es sinónimo de cariño y amabilidad, pero también de espiritualidad y esperanza, motivo por el cual es ideal para regalar en cualquier momento.

  1. Tulipán

Es la flor ideal para disculparnos ante un error cometido, porque es la flor de la humildad. La regalaremos cuando nos toque pedir perdón. Se usan como símbolo de paz y para engalanar los matrimonios, porque representan la pureza de la ceremonia.

  1. Dalia

Es la flor de los enamorados porque es sinónimo de pasión, por lo que es ideal para regalarla a un ser querido a quien debemos expresarle nuestro amor o gratitud. Es la flor nacional de México.

  1. Hortensia

También es la flor de la gratitud e igualmente de la pureza. Produce abundancia de flores blancas que simbolizan pureza, alegría y gratitud. La hortensia solo florece en primavera porque no se adapta bien a otras estaciones del año. Es una de las flores más duraderas en el tiempo.

  1. Narciso

El narciso blanco es una flor de invierno caracterizada por su forma de trompeta. Aunque se trata de una flor comúnmente amarilla, la rareza del color blanco la convierte en una especie muy llamativa. Es muy bella en ramos para regalar a las amistades o al amor en ciernes.

Fuentes y bibliografía

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Como hacer un huerto de naranjas: Consejos útiles de diseño

Antes de diseñar nuestro huerto tenemos que tener muy claro qué queremos conseguir y qué actividades vamos a desarrollar para conseguirlo. Una vez que nuestros objetivos estén claros, tenemos que planificar con cuidado para sacarle un aprovechamiento adecuado a nuestro terreno.

Para decidir dónde y cómo vamos a situar el huerto debemos tener en cuenta:

La orientación

La mejor orientación es la sur, de esta forma nos aseguramos que las plantas van a recibir la luz solar durante todo el día. La menos aconsejable por tanto es la orientación norte. Por otro lado, hay que evitar la sombra de los árboles, de los setos altos y de los edificios.

Colocación del huerto

Las hortalizas las podemos colo- car de varias formas diferentes, teniendo en cuenta orientarlas de Este a Oeste para que no se den sombra entre ellas, las más utilizadas son:

En línea, surcos, lomos o caballones. Es el sistema más tradicional, consiste en una serie de lomos de anchura diferente (lo normal en torno a 30 cm.), de longitud variable y separados por acequias.

Se adaptan muy bien a cualquier forma o tamaño de huerto. No necesitan una gran inversión, nos bastará con una azada (zoleta) para huertos pequeños o un motocultor (mulita) para los de mayor superficie. La acequia nos sirve como lugar de paso y para el riego.

En bancales o macizos. Consiste en una serie de bancales que se pueden poner bien a nivel de suelo (1,5 m. de ancho y una longitud de 3 a 6 metros en función del espacio disponible) o elevados (de 1 m. de ancho y longitud variable).

El mantenimiento de los bancales es fácil y se utiliza el sistema de riego por goteo que se puede automatizar. La densidad de siembra (número de plantas que se siembran por m2) es mayor con lo que aparecen menos hierbas.

El viento

Es importante proteger nuestro huerto de los vientos dominantes de nuestra zona (Viento de levante).

Los cortavientos pueden ser:

  • Setos: son estructuras vegetales en línea, preferentemente con árboles y arbustos de nuestra zona (autóctonas) que están mejor adaptados a nuestras condiciones climáticas y consumen menos agua. Además tienen como ventaja que van a servir como refugio para la fauna auxiliar (pájaros insectívoros, insectos beneficiosos, etc.) mejorando por tanto la biodiversidad de nuestro huerto.
  • Valla cubierta con plantas trepadoras.
  • Lámina de brezo, mimbre o cañizo.
  • Mallas de plástico.

En todos los casos interesa que el cortaviento sea permeable para que no sirva de barrera para la fauna y además no se formen remolinos de viento en nuestro huerto.

Otros factores a tener en cuenta:

 

  • La topografía: en los terrenos con mucha pendiente no es posible plantar, por lo que será necesario crear terrazas. para tener superficies llanas para cultivar.
  • Toma de agua: Independiente- mente del sistema de riego que utilicemos es necesario una toma de agua lo más cercana posible a la zona de cultivo.
  • El tipo de suelo: hemos de evitar los suelos poco profundos y que se encharcan con facilidad.

Los precios de la fruta y verdura ecológica

En los últimos años se nos ha ido metiendo en este sector, que otrora era tan comprometido, una serie de empresas ajenas a los movimientos de los que partieron los inicios de la agricultura ecológica, en las que los condicionantes de mercado y los beneficios son el único objetivo.

Esto, siendo lícito, se aleja mucho de los objetivos que hasta hace unos años se decía que eran distintivo de este tipo de producción, esto es, defensa de un precio justo y una renta suficiente, de un trabajo digno y adecuado, para que, sobre todo, el pequeño agricultor estuviese en condiciones de seguir con su profesión y gestionase de forma adecuada su huerto, a la vez que cuidaba el planeta y nos ofrecía alimentos sanos y de calidad. Esto era el ADN de la Agricultura Ecológica, con mayúsculas. Esta era la pata más importante de la sostenibilidad social de la producción.

Empresas intermediarias que encarecen el producto bio

Volviendo a los designios del mercado, en los últimos años, debido a esa irrupción de empresas intermediarias que actúan lejos de aquellos principios éticos, vemos como se acentúa una práctica clásica de precios a la baja, desde inicio de campaña, hasta el punto de que llegamos a precios por debajo de los costes de cultivo en algunos productos como la naranja ecológica.

Por no irnos demasiado lejos, este mismo mes, al igual que el año pasado, ya nos han ofrecido compras a 0,60 €/kg, en frontera o en alguna plataforma de almacén, lo que significa que, si nuestro coste de cosechado y procesado está alrededor de los 0,40 a 0,50 €/kg (si queremos que todo aquel que está trabajando gracias a nuestra naranja tenga un trabajo a su vez digno), a lo que hay que sumar el coste del transporte, si aceptáramos esos precios, al menos desde Valencia, estaríamos, como agricultores, trabajando absolutamente gratis para estas empresas…

Evidentemente, nosotros, jamás vamos a aceptar este tipo de precios, que disfrazan de oferta y demanda, economía de escala, etc., y que son simple y llánamente chantajes para conseguir que acabemos desapareciendo los pequeños productores e, incluso, las medianas empresas de este sector, acabando con oligopolios desde el origen al destino, pasando así de ser un sector que puede ser el futuro de calidad y sostenibilidad que se merece nuestra sociedad a ser otro sector especulativo más del sálvesequiénpueda de este neocapitalismo en el que estamos instalados.

Optemos por un precio justo

Así las cosas, los precios que nosotros ofrecemos, , creemos que son justos. Al mismo tiempo que los compañeros que nos compráis sois responsables y conscientes del valor que tiene esa naranja que con esfuerzo sacamos adelante año tras año. Os llamamos compañeros y no consumidores. Sabéis que os estamos dando lo mejor de nosotros y de la naturaleza que tenemos por la Ribera del Xúquer, que los alimentos que ponéis en la mesa de vuestra familia, las mandarinas que se comen vuestros hijos, no sólo no llevan residuos, sino que además llevan una parte de nuestro amor por la tierra, por los árboles, por los pájaros que anidan en ellos, por el agua con que regamos, por la gente que trabajo junto a nosotros. Y por vosotros.

Compra directa al agricultor

Como sabéis, somos productores directos. Por ello, estos precios son directos, sin intermediarios. Por ideología, pero también por evitar especulaciones, por impedir que el valor económico de la naranja se incremente o se quede entre las manos de los que menos esfuerzo realizan.

Aún así, los precios consideramos que han de ser justos, es decir, lo calculamos fijando un precio mínimo en campo, suficiente para que el agricultor pueda tener una renta por encima del coste de la producción; muchas veces, la mayoría, nos conformamos con esto, sin contar beneficio empresarial extra.

Y el resto de gastos (cosechado, envasado, confección y transporte), además, se contempla con un salario según convenios y contratos dignos para todo el personal que colabora con nosotros.

Miramos muy bien con quién nos juntamos, puesto que pensamos que la sostenibilidad y la agroecología va más allá de los fertilizantes y fitosanitarios en el campo. También ha de tener en cuenta todo el proceso, y sus relaciones con el entorno natural y social.

Especulación agroalimentaria

Estos especuladores del negocio agroalimentario que se están poniendo la etiqueta verde, se están lanzando a por el mercado bio con unos precios que nos están haciendo mucho daño a los pequeños productores, a la agricultura familiar, a veces con la complicidad de consumidores poco conscientes de con quién se la juegan. Sólo ver esos precios (por debajo de costes) ya debería despertar sospechas.

Por esos precios, que al final tampoco llegan tan baratos a los hogares, estamos dispuestos a asumir malas prácticas en campo y malas prácticas comerciales, reduciendo tanto el margen al productor que puede quedar fuera de la cadena alimentaria.

Precio por debajo de coste

Cuando lo que el agricultor lo que está defendiendo son céntimos por kg, quizás 10 o 15 céntimos, que es la diferencia entre seguir produciendo salud o tener que cerrar y venderle la tierra a una gran empresa especuladora, algo falla en el sistema. Y ya empieza a ser habitual también en nuestro mercado. Alrededor de nuestra finca, nos tiene rodeados una gran empresa, que ha comprado la mayoría de los huertos de naranjos vecinos. Más de 20 ha.

Esto es lo que nos espera. Esto es lo que sucede con una política de “libre competencia” (libre?) y de precios bajos; el pequeño agricultor cierra, y las grandes corporaciones compran a saldos la tierra que nos alimenta a todos. Y a partir de este acaparamiento de tierras, ellos sí serán libres de manejar el mercado a su antojo.

Por el camino no sólo se queda la dignidad y el sustento del agricultor y su familia, también la del “collidor”, la del transportista, la del fabricante de cajas, la de las chicas y chicos del almacén,… Y la de los consumidores, que al final, pagarán el precio del producto (que no alimento) al precio que marque la SA de turno.

Calidad y precio barato son incompatibles e insostenibles

Por tanto, si queréis pagar un precio barato por un alimento de calidad, hecho con garantías de cuidado del medio ambiente y compromiso con las personas, con nosotros no podéis contar. Sin embargo, si tenéis claro que un precio justo pasa por un consumo consciente y responsable, y os negáis a comprarle a un especulador que nos vende naranjas de terceros que ha comprado a precios de risa, nos encontraréis en el camino.

Ya sabemos que del precio pende todo en esta sociedad que hemos montado, donde confundimos valor con precio. Pero a veces, esos pocos céntimos marcan grandes diferencias. No hablamos de productos caros, ni de alimentos elitistas. Todo lo contrario, nos referimos a alimentos hechos con el corazón, a valores que se ajusten a todo lo que se aporta, intentando reducir los eslabones de la cadena para que los intereses y necesidades del que produce el alimento y el que se lo come, sean lo más cercanos posible.

Si queréis ver todo esto en directo, os animamos a venir a nuestras fincas, ver como trabajamos, cómo cuidamos de los nuestros, de nuestras plantas y nuestros animales, y debatir con nosotros el modelo de producción y consumo, respetuoso no sólo con el entorno, sino también con las personas, con su salud y su dignidad.

No os dejéis engañar. Los precios no son caros o baratos. Son justos y equitativos o inmorales y desiguales.

Les Avanchets: La ciudad Suiza que es un huerto hurbano

La ciudad de Les Avanchets en Ginebra, Suiza, es una ciudad que se presenta como ejemplo verde dentro del mundo. Prácticamente todos los vecinos cultivan sus propios alimentos, convirtiéndose en una muestra de lo maravilloso que puede ser una ciudad llena de huertos urbanos.

 

Cultivo en huertos urbanos sin restricción

En Les Avanachets se promueve a cada habitante para que cultive en su huerto todas las frutas y verduras de su gusto y consumo, pero no necesariamente restringiéndose a la dieta familiar, sino teniendo en cuenta que los productos se pueden compartir con los vecinos.

Intercambiar alimento orgánico, producido en la patio trasero de cada una de las casas, no solo amplía las posibilidades de alimentarse sanamente sino que también fomenta la integración social, creando relaciones interpersonales más fraternas y solidarias.

Hace ya muchos años que se practica esta forma de producción y consumo de alimento, legado de la primera guerra mundial. En ese contexto, tanto Suiza como otros estados europeos entregaron a los trabajadores y granjeros algunas parcelas de tierra para que pudieran reconstruir de a poco sus vidas, creando así una cultura de agricultura urbana que continúan vigentes en ciudades como Les Avanchets.
Hoy ya son más de 50.000 hectáreas de huertos urbanos en el territorio y es una cultura que crece y espera expandirse a lo largo y a lo ancho del mundo.

Cómo hacer fruta deshidratada de manera fácil

 

La técnica de deshidratar los alimentos consiste en extraer todo el agua posible contenida en ellos, para evitar que se creen microorganismos o bacterias que causan su deterioro y putrefacción. Por eso, es una de las mejores formas de conservar los alimentos, sobre todo, cuando están a punto de echarse a perder y procedemos a desecharlos.

Además, este sencillo truco os vendrá genial para tener siempre a mano un aperitivo sano y nutritivo que llevaros a la boca. Podéis hacerlo con vuestros hijos, ya que les parecerá una forma divertida de interactuar en la cocina, y aprenderán a incluir la fruta habitualmente en su dieta.

Como sabéis, no es muy difícil encontrar la fruta deshidratada en los supermercados, pero suele resultar bastante cara, por lo que también hacerla en casa puede ser un desahogo para nuestros bolsillos.

Para poder deshidratar la fruta o las verduras, necesitaréis un deshidratador eléctrico o, en su defecto y mucho más habitual, un horno convencional.

Proceso de deshitratación de la fruta

Corta las frutas o verduras en finas rodajas y extiéndelas a lo largo de la bandeja de horno. Uno de los requisitos es que la temperatura nunca debe superar los 60°C y debes dejar la puerta del horno abierta entre 5 y 10 centímetros, para que la humedad pueda salir. Si tu horno tiene ventilador, puedes ponerlo para facilitar la evacuación de la humedad.

También puedes utilizar el método más tradicional y económico de todos, que consiste en poner la fruta cortada en rodajas directamente bajo los rayos del sol. El aire y el calor se encargarán de eliminar toda la humedad contenida en los alimentos.

 

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