Antes de diseñar nuestro huerto tenemos que tener muy claro qué queremos conseguir y qué actividades vamos a desarrollar para conseguirlo. Una vez que nuestros objetivos estén claros, tenemos que planificar con cuidado para sacarle un aprovechamiento adecuado a nuestro terreno.
Para decidir dónde y cómo vamos a situar el huerto debemos tener en cuenta:
La orientación
La mejor orientación es la sur, de esta forma nos aseguramos que las plantas van a recibir la luz solar durante todo el día. La menos aconsejable por tanto es la orientación norte. Por otro lado, hay que evitar la sombra de los árboles, de los setos altos y de los edificios.
Colocación del huerto
Las hortalizas las podemos colo- car de varias formas diferentes, teniendo en cuenta orientarlas de Este a Oeste para que no se den sombra entre ellas, las más utilizadas son:
En línea, surcos, lomos o caballones. Es el sistema más tradicional, consiste en una serie de lomos de anchura diferente (lo normal en torno a 30 cm.), de longitud variable y separados por acequias.
Se adaptan muy bien a cualquier forma o tamaño de huerto. No necesitan una gran inversión, nos bastará con una azada (zoleta) para huertos pequeños o un motocultor (mulita) para los de mayor superficie. La acequia nos sirve como lugar de paso y para el riego.
En bancales o macizos. Consiste en una serie de bancales que se pueden poner bien a nivel de suelo (1,5 m. de ancho y una longitud de 3 a 6 metros en función del espacio disponible) o elevados (de 1 m. de ancho y longitud variable).
El mantenimiento de los bancales es fácil y se utiliza el sistema de riego por goteo que se puede automatizar. La densidad de siembra (número de plantas que se siembran por m2) es mayor con lo que aparecen menos hierbas.
El viento
Es importante proteger nuestro huerto de los vientos dominantes de nuestra zona (Viento de levante).
Los cortavientos pueden ser:
- Setos: son estructuras vegetales en línea, preferentemente con árboles y arbustos de nuestra zona (autóctonas) que están mejor adaptados a nuestras condiciones climáticas y consumen menos agua. Además tienen como ventaja que van a servir como refugio para la fauna auxiliar (pájaros insectívoros, insectos beneficiosos, etc.) mejorando por tanto la biodiversidad de nuestro huerto.
- Valla cubierta con plantas trepadoras.
- Lámina de brezo, mimbre o cañizo.
- Mallas de plástico.
En todos los casos interesa que el cortaviento sea permeable para que no sirva de barrera para la fauna y además no se formen remolinos de viento en nuestro huerto.
Otros factores a tener en cuenta:
- La topografía: en los terrenos con mucha pendiente no es posible plantar, por lo que será necesario crear terrazas. para tener superficies llanas para cultivar.
- Toma de agua: Independiente- mente del sistema de riego que utilicemos es necesario una toma de agua lo más cercana posible a la zona de cultivo.
- El tipo de suelo: hemos de evitar los suelos poco profundos y que se encharcan con facilidad.